MONUMENTOS PALEOCRISTIANOS DE RÁVENA
PATRIMONIO CULTURAL, SERIAL
Rávena es conocida en todo el mundo por sus brillantes mosaicos: iglesias, baptisterios y palacios atraen cada año a cientos de miles de visitantes, condenados a quedar profundamente asombrados por tan vertiginosa experiencia sensorial. Pero no es solo por razones puramente estéticas por lo que Rávena es un lugar único en el mundo: lo cierto es que las soberbias decoraciones creadas entre los siglos V y VI, cuando la ciudad era capital del Imperio Romano de Occidente y más tarde puesto avanzado del Imperio Bizantino, codificaron por completo las primeras expresiones de la iconografía cristiana. Y así, en el mosaico de la historia del arte, Rávena representa la tesela decisiva, capaz de unir Occidente y Oriente, antigüedad y Medievo, surcando mares y siglos.
IMPRESCINDIBLE
«¡Oh, solitaria Rávena! Muchos cuentos se han narrado / De tus grandes glorias en tiempos remotos.»
Y muchos más cuentos seguirán escribiéndose, porque la ciudad de los mosaicos, magnificada por Oscar Wilde en un poema de juventud, genera una tangible sensación de maravilla en cualquier visitante.
Google Maps
«Fue en Rávena, a finales del
pasado mes de marzo. En el
Mausoleo de Galla Placidia,
el azul intenso hasta la
desesperación, puede, por la
íntima furia del fuego, fundirse,
y pulverizarse en rayos.»
Giuseppe Ungaretti
No es de extrañar que, a lo largo de los siglos, el Mausoleo di Galla Placidia, construido según la tradición por la propia hija de Teodosio, pero cuyos restos nunca llegó a albergar, haya inspirado odas, poesías y reflexiones de todo tipo. Su impacto es inmediato y profundísimo: desde el exterior, este pequeño edificio cruciforme es todo lo modesto que uno pueda imaginar; en el interior, sin embargo, la decoración musiva sobrecoge los sentidos en una epifanía estética de deflagrante potencia. Se trata, además, de un lugar privilegiado para observar la evolución y los cambios en la historia del arte cristiano: observad, por ejemplo, la diferencia entre el desenfadado realismo del Cristo en la versión del Buon Pastore sobre la puerta de la entrada, influenciado por la tradición figurativa romana, y el rigor del Cristo con ropajes de emperador de la cercana Basilica di San Vitale, realizado un siglo más tarde y de influencia bizantina. La estructura, además, alberga el primer ejemplo de techo decorado con el difundidísimo tema del cielo estrellado, que se perpetuará en el Medievo, hasta Giotto y más allá, en cientos de iglesias de toda Europa.
Escucha los pódcasts
Los sitios italianos Patrimonio de la UNESCO se cuentan a través de las palabras de grandes escritores que han celebrado su historia y belleza
Escucha todos los episodiosPARA LOS MÁS JÓVENES
«COMO DE RAMA EN RAMA VAN VIBRANDO / POR LA LLANURA, EN EL PINAR DE CHIASO, / CUANDO EOLO A SIROCO VA SOLTANDO.»
RECOMENDACIONES DE LECTURA
Recomendaciones de lectura para descubrir la ciudad de los mosaicos.
- La Divina Comedia, Dante Alighieri (1314-21). La obra más importante, representativa y genial de la literatura italiana tiene un vínculo inseparable con Rávena, ya que la ciudad fue la última morada de su autor. Dante la menciona en algunos pasajes del Inferno, respondiendo a Guido da Montefeltro, y dedica un pasaje a la Pineta di Classe en el Purgatorio.
- Ravenna, Oscar Wilde (1878). La mayoría de los poemas de Oscar Wilde se remontan a su juventud. El dedicado a Rávena le proporcionó su primer gran éxito. Describe su entrada en la ciudad a caballo, impresionado por el silencio de las calles y cautivado por el aura de grandeza de las figuras que inmortalizaron el nombre de la ciudad: Teodorico, Dante y Lord Byron.
- Le città del silenzio, en Elettra, Gabriele D’Annunzio (1903). En este libro publicado a principios del Novecento, segundo de la colección de las Laudi,, Gabriele d’Annunzio dedica sus composiciones a algunas ciudades italianas, para celebrar su eterna grandeza. De Rávena, en particular, nos habla de su relación con el mar, que con el paso de los siglos ha ido alejándose cada vez más, provocando su decadencia.
- Italian Hours, Henry James (1909). Entre el grupo de grandes escritores que se vieron subyugados por las maravillas itálicas, James ocupa un lugar destacado por la exquisitez de sus palabras y la capacidad para extraer originales claves de lectura de los monumentos más famosos. Las páginas dedicadas a los mosaicos de Rávena son especialmente sugestivas: «Por todas partes se podía sentir el profundo asombro por el hecho de que, mientras pasaban los siglos y caían y resurgían imperios, estas pequeñas y coloridas teselas de pasta de vidrio permanecían en su sitio, conservando intacta su frescura».
- Byron a Ravenna. L’uomo e il poeta, Alieto Benini (1960). Entre los grandes literatos que celebraron Rávena, Lord Byron ocupa un lugar especial. El genio inglés experimentó un intenso amor por Teresa Guiccioli y por la propia ciudad; el libro de Benini relata tales acontecimientos.
- Un grito y paisajes y últimos poemas, Giuseppe Ungaretti (1968). El poeta escribe algunas impresiones melancólicas sobre la primavera en Amsterdam y Rávena; estando en esta última se detiene ante el mausoleo de Galla Placidia y el de Teodorico, y contempla el ajetreo de las palomas.
- La delfina bizantina, Aldo Busi (1986). Con la mezcla de registros y expresiones lingüísticas que caracteriza su estilo, Aldo Busi elabora una obra intrigante. La protagonista se llama Anastasia y dirige una funeraria en Rávena.
Para los más jóvenes:
- Una pigna per Ravenna, Silvia Togni, Enrico Rambaldi (2012). Una guía ilustrada de la ciudad dirigida a los niños, que desvela diversas curiosidades y rompe estereotipos y lugares comunes.
- Pimpa a Ravenna, Altan (2017). Una imagen de Rávena desde una perspectiva onírica y alegre es el resultado de la experiencia en la ciudad de la famosa perrita de lunares rojos.
Descarga el libro digital y explora los 60 sitios de la UNESCO en Italia a través de las palabras de los grandes autores de la literatura italiana y universal.
CAPÍTULO INDIVIDUAL PDF LIBRO COMPLETO PDF LIBRO COMPLETO EPUB