RESIDENCIAS DE LOS SABOYA
PATRIMONIO CULTURAL, SERIAL
El itinerario del viaje descrito por Brizzi da una idea de la riqueza del patrimonio que menciona, constituido por «maravillas que dejaron estupefactos a embajadores y cabezas coronadas». En efecto, entre los siglos XVII y XIX, los Saboya construyeron y reorganizaron los edificios, los palacios y las residencias más representativos para la corte en Turín, en sus alrededores inmediatos y en el territorio piamontés. Fue así como nació el complejo sistema de las Residencias de los Saboya, que redefinió la identidad de la dinastía y modeló para siempre la de la ciudad y la región. Desde 1997 la UNESCO protege este sitio serial que se extiende por diversas zonas del territorio: los edificios de la «Zona di Comando», en el centro de Turín; las residencias de la «Corona di Delizie», en las inmediaciones del área urbana; y las exteriores de Racconigi, Govone, Agliè y Pollenzo.
IMPRESCINDIBLE
«En pocas ciudades los lugares y los monumentos más memorables están mejor dispuestos, en su conjunto, para impresionar la vista y la mente. Y es también hermosa para el artista y para el poeta esa vasta plaza, que ventila el patio de un palacio inmenso. Esa Reggia severa y y desnuda, [...] Palazzo Madama, [...] la cortina blanca de los Alpes que cierra la Via Dora Grossa, la cortina verde de las colinas que cierra la Via di Po, [...] dan a esa parte de Turín un aspecto singular, [...] que hace que la fantasía funcione como un poema de doble sentido.»
Como cuenta Edmondo De Amicis en Turín 1880, los tesoros arquitectónicos de los Saboya se encuentran a poca distancia unos de otros. Los edificios de la «Zona di Comando» (sede de los órganos administrativos del reino saboyano), entre ellos el Palazzo Madama, el Palazzo Carignano, la Villa della Regina y el Castello del Valentino, son las residencias «urbanas»; las cuales testimonian el rostro grandioso que adquirió Turín en el gran proyecto de transformación que pretendía convertir la ciudad en una capital europea a la altura del renovado poder de la dinastía real.
Google Maps
«La casa de los siglos es el Palazzo Madama.
Ningún edificio encierra tal suma de
tiempo, de historia, de poesía en su variada
decrepitud. [...] El Palazzo Madama es como
una síntesis en piedra de todo el pasado
turinés, desde los tiempos de los orígenes
[...] hasta los días de nuestro Risorgimento.»
Si la Piazza Castello y sus alrededores albergan el mayor número de edificios gubernamentales de los Saboya, el Palazzo Madama, en el centro de la plaza, es el relato visual de la historia de Turín. Puerta oriental de acceso a la Augusta Taurinorum romana, castillo fortificado en el Medievo, residencia de los príncipes de Acaya y posteriormente de la madama real Cristina de Francia a partir de 1600, sede del primer senado subalpino en 1848 y lugar de arte y cultura en la actualidad, domina la escena con su espléndida fachada barroca de piedra blanca y la suntuosa escalera de doble tramo de la entrada, las únicas partes del proyecto original que Filippo Juvarra llegó a realizar. Dicha riqueza inspiró a escritores e intelectuales, como el turinés Gozzano, que en su poema Torino asocia este punto preciso de la ciudad con su identidad más profunda: «Del Palazzo Madama al Valentino / arden los Alpes tras las nubes encendidas… / Esta es la antigua hora turinesa, / esta es la verdadera hora de Turín…». Charles de Brosses, magistrado, filósofo, lingüista y político francés, escribe en el siglo XVIII: «El Palazzo Madama tiene una fachada magnífica, muy superior a la del palacio real. [...] En el interior se encuentra una de las escalinatas más bellas del mundo, de dos tramos y con una línea hermosa. La bóveda que la sostiene es etérea, de un diseño perfecto»
IMPRESCINDIBLE
«El príncipe Luigi di Carignano ofreció una magnífica fiesta en su castillo de Racconigi en honor del rey Vittorio Amadeo y de la familia real [...]. Hubo bailes, caza, fuegos artificiales y las más espléndidas diversiones se prodigaron a los nobles invitados.»
Cuando en 1563 Turín sustituyó a Chambéry como capital de los Saboya, la ciudad experimentó una de sus primeras remodelaciones importantes a fin de convertirse en una auténtica capital europea. Además de en la «Zona di Comando» urbana, durante los siglos XVII y XVIII los arquitectos más importantes trabajaron en el diseño de regge a las afueras de la ciudad –para el ocio, las recepciones y los asuntos de Estado de duques y soberanos, embellecidas con muebles y decoraciones suntuosos, vastos parques y jardines elegantes (la «Corona di Delizie»)–, y en las residencias de Racconigi, Govone, Agliè y Pollenzo.
Google Maps
«Gran apasionado de las artes y
principalmente de la pintura, Carlo Alberto
[...] quiso que Turín poseyera una colección de
cuadros que un día fuese digna de competir
con las de las otras grandes ciudades de Italia;
a tal fin donó todas sus telas a la nación [...],
añadió una valiosísima colección de medallas,
fundó la rica galería del Palazzo Madama, el
museo de armas y la biblioteca real.»
La pasión de la casa Saboya por el arte y la cultura es historia antigua: una pasión que la ciudad heredó y supo traducir en excelentes resultados, transformando las residencias en museos y lugares de cultura una vez concluida su función histórica. Tomemos, por ejemplo, el Castello de Rivoli: tras varios siglos de vicisitudes, gracias a un ingenioso proyecto que combinó con éxito nuevas estructuras, partes originales y secciones en estado de abandono, desde 1984 es un museo de arte contemporáneo. La Reggia di Venaria Reale, saqueada y vandalizada en época napoleónica y posteriormente utilizada como cuartel hasta después de la Segunda Guerra Mundial, fue objeto de una ambiciosa restauración conservadora que le devolvió su antiguo esplendor. Los Musei Reali –con el arte antiguo del Museo di Antichità , las obras maestras de la Galleria Sabauda y las grandes muestras itinerantes del Palazzo Chiablese – y las exposiciones del Palazzo Madama confirman además la excelencia del trabajo de recuperación y utilización inteligente de un patrimonio arquitectónico único.
Escucha los pódcasts
Los sitios italianos Patrimonio de la UNESCO se cuentan a través de las palabras de grandes escritores que han celebrado su historia y belleza
Escucha todos los episodiosPARA LOS MÁS JÓVENES
«EL LARGO CAMINO DE ENTRADA PARECÍA UN INTERMINABLE TELESCOPIO QUE FIJA LA MIRADA DIRECTAMENTE SOBRE EL CUERPO CENTRAL DEL EDIFICIO, PERFECTAMENTE IDENTIFICABLE POR LA ESTATUA DEL CIERVO SITUADA SOBRE LA CÚPULA. A LO LARGO DE TODO EL TRAMO DE CARRETERA, TANTO A LA DERECHA COMO A LA IZQUIERDA, SE ENCONTRABAN LAS CASCINE QUE FORMABAN PARTE DE LA RESIDENZA: TODAS LAS SEDES DE CAMPO DEBÍAN SER AUTOSUFICIENTES Y POR LO TANTO PARA CADA UNA DE ELLAS ESTABAN PREVISTAS ACTIVIDADES AGRÍCOLAS Y GANADERAS DE FORMA QUE NO FUERA NECESARIO TOCAR LAS ARCAS DEL ESTADO PARA MANTENERLAS.»


RECOMENDACIONES DE LECTURA
Recomendaciones de lectura para conocer las residencias reales y los palacios saboyanos.
- Voyage en Italie, Charles-Louis de Montesquieu (1730). El escritor francés describe las zonas de la capital saboyana que fueron ampliadas entre la segunda mitad del siglo XVII y las primeras décadas del XVIII.
- Lettres familières écrites d’Italie, Charles de Brosses (1739-40; publicadas póstumamente en 1858). El magistrado e historiador francés describe con admiración la arquitectura de Turín.
- Les Confessions, Jean-Jacques Rousseau (1782-89). Turín, la corte y los palacios de la casa Saboya también aparecen en la obra maestra autobiografica del filósofo francés.
- Vita di Vittorio Alfieri da Asti scritta da esso, Vittorio Alfieri (1806). La adolescencia turinesa y las descripciones de la ciudad y su arquitectura.
- Maison de Savoie, Alexandre Dumas (1852-56). Ciclo de novelas publicadas por la editorial Perrin de Turín.
- Torino 1880, Edmondo de Amicis (1880). Magistral retrato de la ciudad que recoge su imagen epocal y a la vez eterna.
- Briefe, Friedrich Nietzsche (1888-89). A la sombra del Palacio Carignano, en la ciudad que consideraba «el primer lugar donde yo soy posible», vivió, escribió y enloqueció el filósofo alemán.
- Le tre capitali, Edmondo De Amicis (1898). Ensayo melancólico y profundo sobre la evolución de Turín, Florencia y Roma en la historia de nuestro país.
- La via del rifugio (1907) e I colloqui (1911), Guido Gozzano. Turín es a menudo objeto de los recuerdos nostálgicos y de la elegante ironía del poeta turinés.
- La casa dei secoli, cuento publicado en la revista Donna (1914), y posteriormente en L’altare del passato (1918), Guido Gozzano. Descripción histórica y sentimental del Palazzo Madama.
- Nell’ombra e nella luce, Giancarlo de Cataldo (2014). Un joven capitán de los Carabinieri Reali es el protagonista de la novela ambientada en la Turín de Carlo Alberto, con el Palazzo Carignano y otros lugares históricos como telón de fondo.
- La Via dei Re: viaggio a piedi tra le Residenze Sabaude, Enrico Brizzi (2018). Un libro que nos lleva descubrir las residencias de los Saboya a través de un itinerario de 300 km y que es también un imperdible viaje en el tiempo.
- Le Residenze Sabaude, editado por Costanza Roggero, Mario Turetta, Alberto Vanelli (2018). Los palacios, las residencias reales, los castillos, las villas y las certose de los Saboya en Turín y en Piamonte.
Para los más jóvenes:
- Le Residenze Sabaude. Diario illustrato per un viaggio nel tempo, textos de Michele Ferraro y Luca Piovani, dibujo de Francesco Corni (2023). No es un libro infantil, pero las bellas ilustraciones fascinarán a grandes y pequeños.
- Anna e il segreto musicale di Stupinigi, Giulia Piovano, dibujo de Valeria Pavese (2014). Tres amigos viven una aventura inolvidable en la Palazzina di Caccia de Stupinigi.
- Attraverso gli specchi di Palazzo Reale, Giulia Piovano, dibujo de Valeria Pavese (2015). De la mano de la pequeña Anna, descubrimos un maravilloso edificio lleno de sorpresas.

Descarga el libro digital y explora los 60 sitios de la UNESCO en Italia a través de las palabras de los grandes autores de la literatura italiana y universal.
CAPÍTULO INDIVIDUAL PDF LIBRO COMPLETO PDF LIBRO COMPLETO EPUB